Hoy mi mamá reboza de alegrÃa. Por fin se van a mudar de casa. La suerte les sonrió y encontraron un buen comprador para esta. Empezarán una nueva vida, dejando atrás los malos recuerdos y vibras que aquà sentÃan. Lo mejor de todo es que ahora vivirán en las afueras de la ciudad, cerca del bosque, al cual podrán llegar por una bonita vereda. Por fin retomará sus caminatas matutinas que realizaba y tanto disfrutaba, antes de que yo me fuera a vivir al armario. Además, estará lejos del parque, donde todo comenzó. Lo malo para mÃ, es que me tendré que quedar a vivir en el viejo armario. Escuché que los nuevos inquilinos traerán un sacerdote para que bendiga esta casa, pues mi mami les contó de las travesuras que suelo hacer, lo cual, por supuesto, no les gustó nada. Aunque estoy seguro que yo no soy un espÃritu malo, me intriga lo que pasará cuando rocÃen mi lugar con agua bendita. Solo espero que los nuevos moradores tengan algún niño con el que pueda yo jugar. Quizás hasta logre convencerlo de que se venga a vivir con nosotros al armario. Ya veremos qué pasa.
top of page
bottom of page