CONSEJOS PARA TUS DIÁLOGOS - Serie VI
Hola, queridos compañeros. En esta última entrega sobre los diálogos, van una serie de consejos finales sobre distintos aspectos.
Aspectos formales
Cuando necesitas hacer que un personaje interrumpa a otro, y el primero recomienza, inicias con puntos suspensivos y minúscula:
—Y entonces…
—Ya sé, se fueron volando —interrumpió Juan.
—…no, —contradijo Elías, — ¡Desaparecieron!
Recuerda que el modo de hablar, los gestos, los movimientos, el lenguaje corporal debe ser emotivo.
No es necesario indicar continuamente al lector quién habla en un diálogo. Por ello es mejor realizar diálogos en los que intervienen pocos personajes. Utiliza algún vocativo cuando necesites indicar quién habla, o muletillas, modos de expresión, u otra particularidad que indique quien habla.
En algunas ocasiones, es necesario concretar, por lo que en el inciso podemos incorporar el modo se sentir, pensar del personaje:
—Está bien —respondió Roberto, mirando hacia el piso, con los puños fuertemente cerrados en los bolsillos. Debería pensar una nueva estrategia.
Intercala y equilibra narración, descripción y diálogo. Alterna dos o tres oraciones de cada uno cuando escribes.
Otros consejos
Todo personaje habla para otro personaje, NO PARA EL LECTOR. Si es necesario informar de algo al lector y no sabes de qué modo insertarlo para que no quede demasiado expositivo, puedes acudir al flashback, entre otros recursos.
Recuerda que es mejor mostrar que decir: en lugar de que tu personaje diga.
—Estoy molesto...
Es preferible que apriete los puños, evite mirar directamente a su interlocutor (si está molesto con él, o que lo expreses en forma de pensamiento (¿Desde cuándo John es el jefe y toma las decisiones sin consultarnos?)
Evita el diálogo obvio: el diálogo que repite lo que ya muestras a través del diálogo o de la acción.
—Sí —afirmó.
Evita el diálogo innecesario, que no sirve a un objetivo. Todo diálogo responde a un objetivo. Si no lo tienes en claro, considera si lo debes incluir o no.
—Hola.
—Hola. ¿Cómo estás?
—Bien. ¿Y tú?
Trata de evitar los diálogos demasiado extensos o con demasiados detalles sobre el pasado. Para ello tienes otros recursos como el flashback.
Dosifica la información, si das mucha, es difícil asimilar todo junto para el lector.
Presta atención al vocabulario demasiado específico: no te pases, dosifícalo.
Ten en cuenta que tus personajes tienen que tener un objetivo para dialogar.
El diálogo debe tener impacto en la historia
Aspectos a tener en cuenta cuando tu personaje habla: con quien lo hace (no habla del mismo modo a la madre que a su hijo), como se siente (enojado, ansioso, con miedo, preocupado), de qué tema (trabajo, salud, economía), con qué intención dice lo que dice (convencer, seducir, asustar, preocupar…) eventualmente oculta lo que oculta (información, sentimientos, alternativas…). Tú mismo puedes enriquecer las listas.
Hasta aquí todo por ahora sobre los diálogos.
Comenta, haznos saber lo que te interesa, lo que sabes y lo que desconoces y te gustaría saber. Entre todos conformamos una comunidad de aprendizaje de escritura.
Hasta la próxima entrada
Laura
¿Te interesa el tema? Encuentra la serie aquí:
Diálogos: Su naturalidad - Serie I
Diálogos: no realistas y realistas - Serie II
Acotaciones de los diálogos - Serie III
Los motivos del diálogo - Serie IV